
La mar mecía barquitos,
bajo un dorado poniente,
mientras que en los muelles
se oye tumulto y rumor de gentes.
Un barco de pescadores
por la bocana aparece,
su estela rompe el cristal
donde los rayos ya duermen.
El tañir de las campanas
¡vuela en el aire caliente!
Dos mujeres rezagadas
corrían entre la gente.
Desde la proa se lanzan,
cavos que atan bien fuerte.
Cesa el tañir de campanas,
y el murmullo de la gente,
sobre los hombros la bajan
entre un silencio solemne.
Dos curtidos marineros
la posan entre su gente,
mientras clamores y vítores
resuenan acordemente.
¡Carmen la Virgen del mar!
patrona de los valientes.
La mar mecía barquitos
bajo la luna creciente,
mientras que al cielo lo adornan
palmeras de luz calientes.
Por el aire va un perfume
de café y ron caliente,
en la playa los marinos
cantando están con su gente.
Felicidades por un poema tan costumbrista y descriptivo. Un abrazo, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarGracias Yolanda. Lo hice inspirado por la foto de Valencia escribe,pensando en hacer un relato mas que una poesía,
ResponderEliminarQué bonito poema Antonio! sólo que "luz calientes y ron caliente" como que van muy seguidos, igual si modificas un adjetivo quedaría mejor sonante.
ResponderEliminarGracias Dori, tienes toda la razón.
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