domingo, 29 de abril de 2012

LO MEREZCO

Sin duda la merezco,
merezco mi ignorancia,
por no querer saberlo,
por obviar lo que pasa,
por ver en el espejo
vidas distorsionadas,
y nunca dar por cierto
que sufren a mi espalda.

Sin duda la merezco,
merezco la estocada
que recibí de manos
que dominan la espada,
por no poner cuidado
al afilar palabras
y usarlas como dardos,
consiguiendo dianas.

Sin duda la merezco
mi soledad buscada,
por estar siempre lejos
en frentes de batallas,
por ser un gran experto
esquivando las balas,
por salir siempre ileso
mientras los demás sangran.

Sin duda las merezco
las lágrimas amargas,
que mantuvieron secos
los ojos de esta cara,
que son el cauce yermo
de un río que ahora es charca,
que no guardan recuerdos
del llanto de mi infancia.

sábado, 14 de abril de 2012

Cada vez

Cada vez que un arcoiris
une el cielo con la tierra,
llegan ángeles perdidos
con las espaldas mojadas.
Cada vez que en un suspiro
dices cosas que tu voz
suele callarse,
el monólogo de dos
tartamudea.
Cada vez que me encuentro
con esos ojos ausentes,
orbitando otras galaxias,
se me rompe el corazón
por no saber guiar la nave
que me lleve,
que me permita encontrarte.

viernes, 13 de abril de 2012

EN LA ESPERA

Debajo de tu piel laten dos corazones
Vigía de sus latidos, acurrucado e insomne,
anclado estoy bien fuerte a miedos e ilusiones.
Esperando.

Desgrano el azabache de la noche que me desvela
imaginando otras tan negras como esta
llenas de olores nuevos,
 de besos e ilusiones.
Piel que anhela una piel nueva
Amor que en nuestros cuerpos se enreda
y codicioso trepa
 hasta la punta de nuestros dedos trémulos,
allí prendido queda:
esperando.

domingo, 1 de abril de 2012

LA LUZ DEL MEDITERRANEO


Ayer noche llovió
en la tierra en que vivo
el agua clara lavó
el oscuro de los pinos.

Hoy la luz juega en ellos
y remarca los caminos,
en sus troncos mojados
pajarillos y trinos.

Mas allá del umbral
de la casa en que habito,
bajo un cielo de luz,
hay un bosque de pinos.

Y un poquito mas lejos,
¡el turquesa divino!
de ese mar que engalana
la tierra en que yo vivo,

Con su luz en mi cara
voy haciendo camino.
Con la luz de ese mar,
su turquesa divino,
que pinta de rojo tus labios,
de rosa mis sueños,
y de verde los pinos.