
se esconden leves sollozos
que muy poco merecías.
En una calma aparente
de aquella vida perfecta,
no querías ser consciente
de engaños a la ligera.
Tras la sonrisa más dulce
de un rostro casi de ensueño,
no se sospechan las cruces
que causa un amor sin dueño.
Dolor que cargas tan fuerte,
con venda negra de plomo,
el sol que a tí te despierte,
secará lágrimas de oro.
Dori, está genial, sólo una corrección: en el penúltimo verso te sobra una sílaba.
ResponderEliminarYo cuento 8. Dime si cuento bien, por fa: el/sol/queun/día/te/des/pier/te. Los diptongos se cuentan según convenga, ¿no?
ResponderEliminarDía al llevar acento separa el diptongo y suma como 2 sílabas.
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