lunes, 28 de marzo de 2011

Dori Ferrero Nogal, “SOLA”

Llanto sostenido,
mente atormentada,
HIJO, te he perdido,
ahora no me queda nada.
Me agobia el trabajo,
la familia me acobarda,
me refugio en el silencio
y el corazón me estalla.
¿Qué fué de mi vida
cuando todo eran risas y palabras?.
Quiero irme,
volar hacia la nada,
encontrarme CONTIGO
y vivir la eternidad callada.

2 comentarios:

  1. ¡Bienvenida querida amiga!, bonita la poesia, sin duda no hay dolor más profundo que ese del que hablas.

    ResponderEliminar
  2. Sí, estoy de acuerdo, desgarrador.

    ResponderEliminar