Llanto sostenido,
mente atormentada,
HIJO, te he perdido,
ahora no me queda nada.
Me agobia el trabajo,
la familia me acobarda,
me refugio en el silencio
y el corazón me estalla.
¿Qué fué de mi vida
cuando todo eran risas y palabras?.
Quiero irme,
volar hacia la nada,
encontrarme CONTIGO
y vivir la eternidad callada.
¡Bienvenida querida amiga!, bonita la poesia, sin duda no hay dolor más profundo que ese del que hablas.
ResponderEliminarSí, estoy de acuerdo, desgarrador.
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