miércoles, 23 de marzo de 2011

Wisquensin Oregón, Soledad

Duele,
El amor cruel y desengañado
De tus miserables vaivenes.
Duele,
Las tormentas de tus besos
Son efímeras agujas en mi piel desconsolada.
Duele,
Mi soledad acompañada
Nunca es tarde para tu llegada.

3 comentarios:

  1. No me gusta el último verso por dos razones: por la rima y porque me gustaría un final más agresivo y no la sumisión de esperar siempre a quien tanta te "duele".

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  2. Sí, el final es sumiso, pero he sentido que es lo que hacemos todas cuando amamos....

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  3. Una soledad acompañada no tiene porque ser sumisa.
    La rima supongo que habrá sido casual ¿no?.

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