jueves, 19 de mayo de 2011

Mágina 1936 - Región 1939

            Aún puedo oír el triste lamento,
            como los ríos de sangre anegados
            que a Mágina dejaron sin aliento.

            Con herrumbrosas lanzas son cortados
            los suspiros, los lazos de la vida,
            los niños que en amor fueron gestados.

            La crónica del alba se suicida
            en los cementerios bajo la luna
            donde un ciprés es un dios homicida.

            Aurora roja que meces la cuna
            del cieno vil que ensucia los destinos:
            ¡salva al pueblo que de esperanza ayuna!

            A Región y por todos los caminos
            llega el sordo rumor de la batalla,
            la razón del plomo de los divinos.

            Hunos y hotros* jamás darán la talla.
            Cautiva y desarmada está la verdad.
            El General triunfa: la paz estalla.

            El líquido amniótico del olvido
            da a luz una fiera de dos cabezas.
            La columna vertebral ya se ha partido
            germinando el tiempo de las cerezas.

            * Así es como Don Miguel de Unamuno se refería a los dos bandos que comenzaban a  matarse en nuestra Guerra (In)Civil.

4 comentarios:

  1. Uff, sin aliento me he quedado yo también, ¡muy buena!

    ResponderEliminar
  2. ¿Es de don Miguel o es tuya?, porque si es tuya, don Miguel se hará católico al final. Me has dejado de piedra, cuando sacas a tu poeta cautivo y bien armado, tus disparos endulzados con rima hieren.

    ResponderEliminar
  3. Eres un artista, me siento super orgullosa de tí.
    felicidades. un beso.

    ResponderEliminar