
Lluvia suave,
lenta, amena, melancólica,
calas profunda, con ritmo
insistente, manjar
de raíces buscando tu presencia,
de hojas polvorientas
necesitadas de humedad.
Lluvia fuerte,
voraz, torbellino de furia,
arrastras sin piedad
sembrando desgracias,
sumiendo al débil en su miseria,
sin respeto, sin aviso,
castigadora cruel y abrupta.
Lluvia, agua
al fin y al cabo,
fuente de vida,
eterna caricia sobre la tierra seca,
saciadora de sed infinita.
Buen poema, Dori. No me llegan las entradas de este blog semiabandonado, voy a ver si lo arreglo. Un abrazo
ResponderEliminarUmmmmmmmm, lluvia......, lluvia....., me gusta
ResponderEliminarQué chulo, me ha gustado mucho. Un abrazo.
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