lunes, 4 de junio de 2012

EL TIEMPO

Pasa el tiempo sosegado,
avanza a rápido ritmo,
pasa siempre por tu lado,
nunca puedes repetirlo.

Quiere el niño adelantarlo
y probar juegos prohibidos,
que a mayores ha observado
realizar a su capricho.

Sueña el anciano pararlo 
y sentarse en el camino
de un viaje que va avanzando,
al que es su último destino.

Ni sabios, reyes o magos,
pócimas, salmos ni ritos,
ofrezcan doncellas, patos,
consiguen cortar el hilo
del que hemos al tiempo atado
y viene a la mano asido.
















2 comentarios:

  1. ¡Muy bueno amiga! Me ha encantado y además está cargado de verdades.
    Felicidades.
    Un abrazo.

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