Llore ese día;
cuando no sabía,
qué hacer con mi poesía.
Descubrí.
Que todas las musas
estaban perdidas.
Estatuas de hielo
fijadas al suelo.
Yo sumergida
en mi melancolía,
quise gritar.
Mi dolor!
Y solo me quedo
la desolación
de perder a mí musa.
Y la razón.
Molaaaaa, en tu casa sí que están alojadas todas las musas....
ResponderEliminarCómo se nota que las musas han trabajado, que inspiración tan buena.
ResponderEliminarGracias!!!!
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