miércoles, 19 de octubre de 2011

Llore ese día;
cuando no sabía,
qué hacer con mi poesía.
Descubrí.
Que todas las musas
estaban perdidas.
Estatuas de hielo
fijadas al suelo.
Yo sumergida
en mi melancolía,
quise gritar.
Mi dolor!
Y solo me quedo
la desolación
de perder a mí musa.
Y la razón.

3 comentarios: