No tengo motivos para odiarte,
pero es verte en la pantalla
y me atraganto,
hablas
y el café que saboreo
se llena de cristales.
Prometes, prometes, prometes
y de sobra conoces
que estás mintiendo.
De ilusión vivimos todos,
pero de falsas promesas, hay quienes mueren.
Propongo,
que por cada promesa incumplida,
muera el hijo de un político,
aferrémonos a la verdad por miedo,
no hablemos en vano,
tomemos las promesas electorales
más en serio,
que para hablar por hablar,
ya están los viejos que miran las obras
que no habéis terminado.
Jo Fernando, lo de que se muera el hijo de un político..., qué culpa tienen los hijos de... políticos; muy real y apropiado para estas fechas!
ResponderEliminarMuy fuerte, pero es la verdad. Qué cruel, con los hijos de..... pero....
ResponderEliminarFernando, si me permites un consejo?, no pierdas tiempo viendo promesas electorales, para evitar sinsabores mas que nada ......
ResponderEliminaruff Fernando, debes estar muy cabreado con el politico que nombras, duro poema, pero cierta realidad.
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