jueves, 15 de diciembre de 2011

El reloj que nunca para


Con furia desenfrenada

se va tragando el instante

el reloj que nunca para

ni se conforma con nada.


Sediento anda de muerte,

ansioso de nueva vida,

indiferente en el alba,

tardo a la anochecida.


Yo intento asirme al momento

desgranando entre mis dedos

los gozos y los consuelos

de los días llevaderos.

5 comentarios:

  1. ¡Muy bueno Lucrecia!!, me ha encantado. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Muy bien Lucrecia, has vuelto al clásico con estilo, sólo una cosa, en el verso de remolón, por esa palabra te suman 9 sílabas, si lo cambias por gandul o tardo, tendrás ocho. buen trabajo.

    ResponderEliminar
  3. Qué chulo, a mí las rimas como que no me salen. Tic-tac, miro mi reloj, parece que me sonríe...

    ResponderEliminar
  4. Yo intento asirme al momento, qué buena frase.

    ResponderEliminar