¿Por qué tañen las campanas
cuando muere una persona?
y no tañen cuando nace,
cuando se acaba un poema,
cuando se termina un libro
cuando se pierde una sombra,
cuando gané el primer beso,
cuando robé aquella lágrima.
¿Por qué pedimos perdón
cuando nos equivocamos?
y no cuando los aciertos
son errores con fortuna,
cuando nuestro matrimonio
es doctorado a distancia,
cuando hacemos que los hijos
vivan la vida que no
pudimos vivir nosotros.
¿Por qué somos tan hipócritas,
tan tarados, tan absurdos,
tan vacíos y tan frágiles,
tan extraños, tan humanos?
Pues si que son preguntas como puños, me ha gustado mucho, más la primera parte por la rima.
ResponderEliminarIntenté hacer octosílabos sin rima, si algo rima es pura coincidencia.
ResponderEliminarMe encanta el final, esos por qué tan ciertos.
ResponderEliminar¿Por qué seremos tan humanos? Hipócritas, tarados, absurdos, vacíos, frágiles, extraños; capaces, en un momento dado, de arriesgar la vida por un desconocido, generosos, amables, a veces fuertes y valientes, altruistas, otras. Somos capaces de lo mejor y de lo peor.
ResponderEliminarLa podría haber terminado con un rayito de esperanza, pero me sentía demasiado Wis.
ResponderEliminarBuena reflexión Fernando, algunas preguntas nunca tienen respuesta (lógica).
ResponderEliminar